En el día de ayer descubrimos una placa en honor y memoria de las y los enfermeros entrerrianos que dejaron su vida cuidando, defendiendo y sanando de manera física, emocional , como asi también espiritual, la salud de los habitantes de nuestra Provincia.
Les agradecemos por ser luz, les agredecemos por ser amor, les agradecemos correr, llorar, reír, consolar, aliviar, atender, mimar, esforzarse, sentir como propio el dolor ajeno, por su humanidad y valentia, y más allá de sentirse muchas veces vencido; debido al cansancio, no dejarse nunca vencer, porque ustedes más que nadie, saben que todo lo antes mencionado lo hacen en pos del bienestar de los que sufren un dolor, una enfermedad o la pérdida de un ser querido.
Hoy nos toca a nosotros sufrir su partida, vivirán por siempre en nuestros corazones, serán siempre recordados por la Salud entrerriana con el mayor de los respetos. Gracias eternas, que brillle para siempre en ustedes la luz que no tiene fin.